Perreo, reguetón y ciencia



Isaac Vázquez*

¿Quieres sabes por qué se pone caliente cuando escucha este perreo?

¡La psicología científica te lo explica!

¿Ponerse caliente simplemente al escuchar una rolita de reggeatón es una cosa mística producto de una impetuosidad que los dioses del perreque te han infundido en el alma a través de su música ontologicamente afrodisíaca? ¿Es una experiencia íntima y profunda que no puede ser escudriñada ni comprendida sino a través de la propia subjetividad?... ¡Nah, patrañas!

¡Es puro condicionamiento respondiente!

¿Y eso qué es? Poniéndolo simple, el condicionamiento clásico o respondiente consiste en el desarrollo de reacciones de tipo "reflejo" ante ciertos eventos o estímulos ambientales. El ejemplo clásico está en los experimentos del científico ruso Iván Pavlov. En su laboratorio, él investigaba acerca de la secreción de jugos gástricos en perros. Cuando un perro recibe alimento en su hocico, comienza a salivar. Esta es una reacción refleja natural que no requiere de ninguna experiencia para ocurrir. Sin embargo, Pavlov notó que después de un tiempo en el laboratorio, los perros comenzaban a salivar desde que las personas encargadas de alimentarlos entraban en la habitación. Despues de este hallazgo, Pavlov dedicaría el resto de su vida a estudiar las implicaciones de este fenómeno.

Eventualmente, se desarrollaría un esquema muy útil para explicar y reproducir estos eventos y otros similares de forma controlada. Para nuestro ejemplo tomamos cuatro elementos básicos del condicionamiento respondiente: el primero es el Estímulo Incondicionado (EI), que se refiere a aquel evento o estímulo ambiental que, sin necesidad de experiencia previa, evoca una conducta específica. Esa conducta en particular es nuestro segundo elemento y es llamada Respuesta Incondicionada (RI). En el caso de nuestros perros, la comida es el EI y la salivación es la RI. Cuando, después de un tiempo en el laboratorio, el perro comienza a salivar ante la sola presencia de sus cuidadores, tenemos nuestros tercer y cuarto elementos: el Estímulo Condicionado (EC), por ejemplo, la bata blanca de los cuidadores, y una Respuesta Condicionada (RC), que en este caso —aunque no siempre ocurre así— sería idéntica a la RI, la salivación. Originalmente, el perro no salivaba mas que al momento de tener el alimento en su boca; eventualmente, el estímulo condicionado —la bata blanca del cuidador— evocaría también esa respuesta de salivación.

Entonces, ¿cómo se explica esto que alguien se ponga caliente ante la simple escucha de un perreo particular? Es relativamente sencillo; el ponerse caliente, o dicho en términos "más científicos", el estar sexualmente excitado, sería nuestra Respuesta Incondicionada y Condicionada, mientras que el perreo, constituiría nuestro Estímulo Condicionado (pues no estamos biológicamente programados para ponernos calientes con el perreo. Eso, cómo vamos viendo, se "aprende".)

Para terminar de reconstruir nuestro modelo, quedaría buscar un Estímulo Incondicionado que, por sí mismo, excite sexualmente a la personas. En este caso tomaremos a la estimulación genital como nuestro EI.

Para que el perreo en sí, produzca excitación sexual, la persona que está participando en el programa de condicionamiento debería haber sido expuesta al EC y el EI de manera simultánea o muy cercana en el tiempo (aunque también existen algunos tipos de condicionamiento que no se ajustan a esta regla) y de manera reiterada. Dicho en palabras llanas, la persona debería haber recibido estimulación genital mientras escuchaba el perreo en varias ocasiones, por ejemplo. Después de varios "ensayos" —repeticiones de esta exposición simultánea a la estimulación genital y al perreo— podríamos observar que la persona... ¡se pone caliente cuando escucha es(t)e perreo!


Este mismo principio explica cómo se desarrollan las llamadas parafilias, esa gente que se excita con imágenes de pies, al recibir latigazos, usar ropa de látex y un larguísimo y cuasi-infinito, etcétera. Debería bastar con sustituir dentro el procedimiento al perreo (nuestro EC) por el objeto particular de la parafilia que se busque "crear".

Hay muchos detalles que omití en pos de la simplicidad, puesto que el condicionamiento clásico va más allá de los cuatro conceptos que utilizamos aquí. En caso de que quieran saber más, les dejo un par de referencias. Una sobre el condicionamiento de fetichismo sexual en el laboratorio y otro libro muy bueno para comprender con mayor profundidad el Análisis del Comportamiento (también llamado "Conductismo"):
  • Baum, W. M. (1994). Understanding behaviorism: Science, behavior, and culture. Harpercollins College Division.
  • Cetinkaya, H., & Domjan, M. (2006). Sexual fetishism in a quail (Coturnix japonica) model system: Test of reproductive success. Journal of Comparative Psychology, 120(4), 427.
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*Isaac Vázquez es politólogo y psicólogo científico. Es presidente y cofundador de BPP A.C.

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